Bloque 3: La hora del cuento

LA HORA DEL CUENTO

La hora de la lectura es un momento privilegiado, donde se crea una relación estrecha entre los niños y el adulto. Durante esos momentos compartimos con los niños alegrías, miedos, risas y nos adentramos juntos en un mundo de fantasía, creándose de este modo una complicidad entre los niños y nosotros los adultos.

Es el momento donde todo es compartido y todo se pregunta, donde las dudas, inquietudes salen a relucir y donde se refugian los niños bajo las alas protectrices del adulto caminando por esos caminos desconocidos llenos de sorpresa.

Es un momento único e indispensable tanto para el niño como para el adulto, ya que esos momentos se mantendrán grabados eternamente en el corazón de los más pequeños y de los más grandes; momentos de paz, seguridad y amor que ayudarán a los niños a sobrellevar cualquier tipo de dificultad y que al crecer les acompañará ese grato recuerdo de la hora de la lectura compartido en el hogar y en la escuela.

A la mayoría de los niños les encanta la hora de la lectura y para ellos el disfrute que pone el adulto haciéndolo, va a servirle de referencia y de motivación para la lectura.

Uno de los mayores sueños que vemos en ellos es el de saber leer, comprender lo que significan los gráficos, ya que el hecho de aprender a leer para los niños es sinónimo de hacerse “mayor”, y, este sentimiento les ayuda en su autoestima y autonomía.

Por lo tanto, es primordial que en cada hogar y aula se privilegie la hora de la lectura, además, para que este momento sea un real gozo es muy importante elegir el material más adecuado para los niños, ya que entre todas las historias siempre hay una capaz de llegar al corazón del niño y anidar en él para siempre, ya que todos tenemos grabado en nosotros el recuerdo de un cuento o de un cómic de nuestra infancia que nos dejaron una huella imborrable.

La hora de la lectura, es el momento del niño, por lo tanto, el adulto tendrá el valor de respetar los gustos de éste. Por esta razón, pienso que la hora de la lectura es una herramienta para enriquecer la relación entre los niños y los adultos.

Por medio de la hora de la lectura se podrá ayudar a los niños a encontrar la harmonía y seguridad que necesitan para afrontar el mundo exterior y transmitir la fuerza para que el niño desarrolle el deseo y el valor para descubrir su entorno.

En conclusión, es fundamental que se motive a las familias y escuelas a implantar este hábito, tomando el tiempo necesario para ese momento tan especial de compartir un libro con los niños, transmitiendo a los niños el placer por la lectura. Además, como adultos debemos transmitir el placer que nos ofrece la lectura, ya que no debemos de olvidar que el niño aprende por la imitación, por lo que es importante que los niños vean cómo los adultos leemos para alimentar así su curiosidad.

ACTIVIDAD

Libro elegido:                                      “Las jirafas no pueden bailar”

Forma de transmisión literaria:         Narración con libro

Edad:                                                     4 años

Preparación

Este bloque 3 ha sido muy interesante y he aprendido muchísimo sobre las formas de transmisión literaria. Es cierto que el recuerdo que he tenido siempre de la hora de la lectura en el aula, era la de una maestra sentada en una silla llevando a cabo la lectura del libro, niños sentados en el suelo, intentando mantener los ojos abiertos, escuchando una historia contada con una voz monótona, sin intriga, sin expresión. Por medio de este bloque he visto que la hora de la lectura es mucho más que “descifrar” símbolos de la parte de un adulto, es hacer vivir el cuento, la historia, es el de coger por las manos a los niños y llevarlos a esos mundos desconocidos y disfrutar las historias juntos.

Durante mi preparación tenía 2 libros que me gustaban mucho, “¿A qué sabe la luna?” y “Las jirafas no pueden bailar”. La verdad que elegir entre estos libros me fue difícil, por lo que me dejé guiar por mis hijas (6 y 10 años) quienes insistieron por “Las jirafas no pueden bailar”.

Por lo tanto, para llevar a cabo la actividad del bloque, he elegido el libro “Las jirafas no pueden bailar”. Viendo las ilustraciones y pop-ups que tiene este libro, encontré que la forma más adecuada de transmitirlo era por medio de la narración, aunque a veces utilice la lectura para leer algunos textos con rimas.

En cuanto a la preparación, aproveché varios días durante nuestro momento de lectura, para practicar el libro con mis hijas, pero también pasé varios momentos practicando yo sola, sobre todo a lo que se refiere a las imágenes, observándolas bien, el decorado, los personajes, los movimientos y reflexionar sobre las preguntas que podría hacer, para hacer participar más a los niños en la historia y cómo mantener la máxima atención para permitir que hubiese más interactividad con los niños.

Resumen del libro

Este libro nos cuenta la historia de la jirafa Chufa que quiere participar en el baile de la selva con los demás animales y expertos bailarines, pero todos opinan que las jirafas no pueden bailar y se burlan de ella. Mientras se aleja tristemente de la fiesta, Chufa se encuentra con un saltamontes que le demuestra que todos pueden bailar y que lo único que hay que hacer es encontrar el ritmo que más convenga a cada uno. De esta manera la jirafa bailará a la luz de la luna dejando asombrados a los demás animales.

Al igual que las demás obras de Gilles Andreae, el tema principal de este libro es el amor y la felicidad.

Edad

La edad que he elegido es la de 4 años, ya que a esta edad perciben una relación de palabras e imágenes, por lo tanto, este libro con los pop-ups, las solapas ayuda al niño a hacer esta relación. Por medio de la narración del libro el niño observa las imágenes y conseguimos por medio de nuestra actuación, hacer que el niño se adentre más dentro de la historia.

Al mismo tiempo vemos como en la etapa de representación preoperatoria los libros ilustrados son ideales para esta etapa y el libro “Las jirafas no pueden bailar” abunda en ilustraciones con imágenes muy expresivas y buenísima combinación de coloridos. Además, por medio de las solapas podemos mover las acciones de los personajes, dando el sentimiento que toman vida.

Presentación

La verdad que he disfrutado mucho durante la actividad, es cierto que, al principio de mi presentación, me di cuenta que no era lo mismo narrar un cuento a niños que a adultos y sobre todo por quienes iba a ser evaluada, por lo tanto, me sentí algunos segundos un poco nerviosa.

Sin embargo, a medida que el tiempo pasaba, me dejé sumergir en el momento mágico de la lectura y empecé a disfrutar de esos momentos, sobre todo, al ver como mis compañeros se sumergieron también conmigo. La verdad que fueron fantásticos conmigo, me apoyaron muchísimo, lo que permitió que pudiéramos viajar juntos por la selva con la jirafa Chufa.

En cuanto a los comentarios, fueron positivos, buena interactividad, las preguntas fueron bien formuladas en el buen momento, ponía bastante expresividad y creé intriga desde el principio permitiendo que los niños se pudieran interesar en descubrir el libro.

Recibí igualmente un comentario negativo, el hecho de que tenía que hablar más alto, pero viendo que éramos varios grupos procuraba no hablar tan alto para no molestar a los demás. Sin embargo, he apreciado mucho que me lo dijeran.

Desde mi punto de vista, un lado negativo que he podido observar en mi presentación, fue el hecho de no haber cambiado las voces de los personajes, encuentro que esto daría más vida a los personajes y a la narración. Esto lo he podido experimentar con mis hijos que les encanta que cambie las voces cuando les leo un cuento con varios personajes.

Desarrollo de la narración delante de los niños

Presentación del libro:

Primeramente, les enseño la portada del libro que tiene una ilustración donde predominan los colores fuertes y expresiones perfectas que hace que nos sintamos atraídos por el libro. Mientras les enseñaría la portada les diría, por ejemplo: “Me gustaría compartir un libro con vosotros que se titula “Las jirafas no pueden bailar”. Para despertar el interés en ellos les preguntaría: ¿Vosotros que pensáis? ¿Las jirafas pueden o no pueden bailar? Les dejaría que respondan a la pregunta y crearé una intriga desde el principio diciéndoles: Pues vamos a descubrir juntos si pueden o no pueden bailar.

Narración:

Durante la narración, me gustaría que los niños interactúen para que se pongan desde el principio en el lugar de Chufa la jirafa. Por ejemplo, ya desde el principio la historia nos dice que a Chufa se le da muy mal correr y se cae siempre, les preguntaría: ¿Se habrá hecho daño Chufa? ¿Ya os habéis caído alguna vez? ¿Al caeros os habéis hecho daño ?

Hay un momento en el libro donde hay solapas para dar movimiento a unos animales que bailan diferentes tipos de bailes. Para darle más vida a parte de mover las solapas, les tararearía la música de algunos bailes. Por ejemplo, los jabalíes bailaron un vals, por lo que les tararearía el Danubio Azul. O cuando los chimpancés bailaron sevillanas… ¡igualito que en Triana! (lo diría con un acento andaluz).

Para ayudar a los niños a percibir la relación de palabras e imágenes, pondría expresividad en la narración, los diálogos del libro, cambiando las voces para cada personaje y variando la entonación de mi voz.

Para continuar a mantener la atención de los niños, haría pausas y utilizaría las expresiones faciales para transmitir sentimientos.

Hay un momento en el que Chufa se va a la pista de baile para intentar bailar y los demás animales se burlan de ella y le dicen que se vaya. En este momento les preguntaría a los niños ¿Cómo pensáis que Chufa se habrá sentido? ¿Cómo de triste estaba Chufa? Y ponemos todos una cara triste.

Más tarde cuando Chufa empieza a bailar, en el libro está escrito que lo hacía de la siguiente manera: “¡Un, dos, tres, hacia delante! ¡Un, dos, tres, hacia atrás! “Aquí invitaría a los niños que lo deseen bailar con Chufa y conmigo repitiendo un par de veces los pasos con los niños.

Final:

Al final del libro, Chufa, al haber recibido tantos elogios y aplausos de la parte de los otros animales, realiza una reverencia al público. Preguntaría a los niños ¿Cómo hacéis una reverencia? Y aplaudiríamos el hecho de que Chufa consiguió bailar.

Al cerrar el libro, para responder a la pregunta que les hice antes de comentar a narrar el cuento les preguntaría: ¿Las jirafas pueden o no pueden bailar? Y concluiría la narración del libro con las respuestas que me den.

Conclusión

He disfrutado mucho de esta actividad, aprendí muchísimo gracias a los comentarios que he recibido de mis compañeros, por medio de sus ejemplos y maneras de hacer. Aprendí también de qué manera se hace la lectura de un libro y el placer de ver a un compañero hacer de cuentacuentos. Gracias a este bloque he podido aprender a aplicar el arte en la hora de la lectura y encuentro que ésta debe ser un momento de relajación, gozo, alegría, llena de emociones, donde todo es compartido y todo se pregunta.

Por medio de la hora de la lectura, tanto los niños como los adultos nos elevamos, nos apoyamos y fortalecemos nuestras relaciones para toda la vida. Gracias a estos momentos privilegiados tanto el niño como el adulto se refugiarán en esos recuerdos durante los momentos difíciles que podrán encontrar en sus vidas y recibirán una fuerza muy especial para poder sobrellevar todo tipo de obstáculos.